Llevar a cabo un proceso de evaluación de desempeño de nuestros colaboradores es necesario, ya que nos permite medir el logro de los objetivos propuestos y dar retroalimentación sobre su comportamiento y desempeño durante un periodo establecido.

Evaluar el desempeño de un colaborador es un componente fundamental para las empresas, porque ayuda a implementar estrategias y afinar la eficacia. El proceso incluye la definición de: misión, visión, cultura organizacional y las competencias laborales de los cargos y algunos de los puntos que se tienen en cuenta son: la conducta, solución de conflictos, la efectividad, los objetivos, el desarrollo personal, la capacidad de trabajo en equipo, las habilidades de comunicación y relacionamiento, creatividad, capacidad de adaptación, entre otras.

La presencia del Covid-19 en este tiempo, ha generado una revolución laboral en las empresas, desde cierres parciales, teletrabajo o trabajo a distancia, cambios en la infraestructura de las oficinas, nuevos sistemas de colaboración y por supuesto, el replanteamiento en cómo evaluar el desempeño de nuestro personal.

En estos momentos, la tendencia para medir la efectividad laboral incluye elementos como:

• Definir objetivos claros, específicos, medibles, alcanzables, realizables y en un tiempo determinado (SMART por sus siglas en inglés).
• Dar seguimiento en lapsos cortos del cumplimiento de objetivos, antes se hacía anual o semestral, la situación actual requiere mínimo mensual y en algunas ocasiones diariamente, ya que la productividad no es vista de la misma forma que antes, ahora que los objetivos y metas son dinámicos
• Evaluar las competencias clave tanto técnicas como humanas de cada colaborador para conocer su nivel de impacto a la organización.
• Usar      técnicas de evaluación objetivas (Tiempo, calidad y cantidad) y subjetivas      (Las habilidades blandas que son cada vez más valoradas) para entender el      nivel de productividad, incluso desde la perspectiva 360 que incluye a los      jefes, subordinados, iguales y clientes o proveedores tanto internos como      externos.
• Definir      un plan de capacitación y plan de carrera para nuestro personal con base      en sus brechas para el puesto y sus expectativas en nuestra organización.
• Apoyarnos de plataformas tecnológicas para la evaluación del desempeño, así como para dar capacitación a la gente tanto en oficina como en Home Office.
• Implementar una realimentación continua, no solo para evaluar, sino para contener las problemáticas que el nuevo sistema de trabajo conlleve.

En resumen, el objetivo es medir el talento, unificar la información y valorar la brecha de aprendizaje de cada persona. Integrándolo de forma inteligente en función de las necesidades de un puesto y a la compañía en un momento concreto, como lo es en estos momentos de crisis.

Todo esto puede estar soportado por plataformas tecnológicas como lo son Evaluación al Desempeño, y Capacitación, herramientas en las que somos expertos en Imperha, no dudes en contactarnos para brindarte una asesoría sobre la gestión del desempeño en tu empresa.